Diario de Viaje

Mapas y enlaces de interés

Descripción Ruta Dia 1: Llegada a Yangon

Hemos esperado prácticamente todo el 2017 para por fin irnos de viaje 3 semanas… y tengo que decir que este era un viaje muy esperado ya que tocaba volver de nuevo a nuestra querida Asia!!! Y aunque el viaje del año anterior a Nueva Zelanda y Australia ha ocupado el número 1 de viajes (compartiendo lugar con Islandia, por supuesto), yo ya echaba de menos el sudeste Asiático! Por otro lado, aunque durante este año 2017 hemos visitado Bulgaria y hemos vuelto por tercera vez a Londres (nunca me canso de esta gran ciudad) , la espera se estaba haciendo eterna y de verdad necesitábamos que llegase por fin Octubre para hacer las maletas y largarnos a la aventura.

Esta vez el vuelo lo habíamos reservado con la compañía Emirates ya que era la mejor opción en cuanto a escalas y al haberlo comprado con bastante antelación (4 meses), nos salió bastante bien de precio. Así que después de un año complicado , ahí estábamos en el aeropuerto Adolfo Suarez – Barajas un viernes a las 10 de la noche terminando nuestra última cena “basura” en el B***** King antes de facturar las mochilas (si, esta vez toca mochila…) y pasar por los controles de seguridad. Después tocaba embarcar en un A380 (da gusto ir en este avión, y eso que vamos en clase turista…) con destino Dubái y 7:30 horas de vuelo por delante… Pensándolo bien, quizás fue un error cenar antes, ya que nada más despegar y alejarnos un poco de la capital española empezaron a pasar los carritos con la cena… Pero bueno, siempre hay sitio para unas verduras con pollo y un postrecillo de chocolate muy rico jeje. Lo siguiente: buscar la peli más cutre del catálogo y dormir 5 horas! (zzzz).

Tampoco es plan de describir paso por paso el vuelo y sobre todo cuando me lo pasé durmiendo jejeje, así que pasaremos directamente al cambio de avión y al primer sustillo del viaje… Resulta que nada más bajar del avión teníamos que pasar por la pista donde esperaban 2 autobuses y justo delante, unos señores de la terminal con carteles repletos de nombres de ciudades para derivar a los pasajeros al bus correspondiente. Hasta ahí todo más o menos normal, el problema era que Yangon no estaba en ninguno de esos papeles y después de preguntarles y recibir un gesto que se podía traducir como “no tengo ni idea de lo que me estas contando”, nos metieron en el autobús de la izquierda… (Susto y a jugar!!!).

20 minutos más tarde (con atasco de autobuses en la pista de Dubái incluido) , llegamos a la terminal rezando para que fuera la nuestra y pasamos un pequeño control de seguridad hasta llegar al panel informativo donde tampoco se encontraba nuestro vuelo!!!!! Ahora ya el susto pasaba a preocupación porque si no era nuestra terminal, teníamos muchas probabilidades de perder la conexión, así que buscamos el puesto de información más cercano donde una simpática mujer nos indicó que nuestro vuelo era en realidad el que ponía como destino: Phnom Penh! pero que este mismo vuelo hacia escala en Yangon y por eso no lo veíamos!! Y esto amigos es lo que pasa por no ir informado de casa… En fin, tocaba recorrer de nuevo toda la terminal ahora ya sabiendo que era la buena (los que habéis visitado el aeropuerto de Dubái, me entenderéis) hasta nuestra puerta de embarque para esperar nuestro vuelo final de 8 horas a la ex-capital de Myanmar.

Desayuno, película, comida, siesta y otra película después llegamos a las 18:00 hora local de Yangón a un pequeño pero moderno aeropuerto algo alejado de la ciudad. Pasados los trámites de seguridad obligatorios, decidimos empezar a cumplir las dos misiones que teníamos dentro del aeropuerto:

• Cambiar Euros por Kyats y sacar dinero con la tarjeta Bnext o Revolut
• Buscar un transporte hasta nuestro hotel en la zona sur de la ciudad

Ambas misiones fueron sencillas incluso para 4 viajeros con 16 horas de viaje encima , lo único que no teníamos claro era lo que nos iban a pedir por llevarnos al hotel… pero parece ser que existe una tarifa más o menos “estándar” dentro de Yangon ,siempre dependiendo de la distancia (1000,2000 o 3000 kyat) así que después de acordar el precio con un hombre en un “mostrador” de taxis, nos montamos en el mono-volumen (un Toyota, como no, esto es Asia ) y nos comimos el primer atascazo del viaje…